El Papa habló de todo al regreso de su viaje a Filipinas
 
Como tiene acostumbrado, el papa Francisco brindó una conferencia de prensa de casi una hora a bordo del avión que lo transportó de Manila a Roma. Durante su contacto con los 77 periodistas, habló de las impresiones que le dejó el viaje, la pobreza en los países que visitó, la “colonización ideológica” de la familia, la apertura a la vida y la anticoncepción, la libertad de expresión, sus próximos viajes y la corrupción en el mundo de la política y también en la Iglesia.


Con lágrimas en los ojos, describió los gestos que más le sorprendieron de la gente en Filipinas y Sri Lanka; volvió a hablar sobre la libertad de expresión y las provocaciones, se refirió a la corrupción –un tema abordado en su viaje-, anunció viajes a América Latina y a África en los próximos meses y también se refirió a los anticonceptivos y a la paternidad responsable, al tiempo que denunció un ‘nuevo maltusianismo’, que pretende el control de los nacimientos.

Lo que aprendió de los filipinos
Francisco reconoció que le conmovieron la fe, el amor a la familia y a las generaciones futuras, especialmente a través del gesto de cientos de papás que levantaban a sus niños para que el Papa los bendijera.

“Levantaban a los niños, un gesto que en otras partes no se ve. Es como si dijeran: «Este es mi tesoro, este es mi futuro, por esto vale la pena trabajar y sufrir». Un gesto original, brotado del corazón”, dijo el Papa.

“La segunda cosa –agregó- que me sorprendió mucho fue ‘un entusiasmo no falso’, lleno de alegría, felicidad. Incluso bajo el agua… las mamás que cargaban a sus hijos enfermos… muchos niños discapacitados y con discapacidades que pueden impresionar, y sin embargo no escondían a sus niños, los llevaban para que el Papa los bendijera. Todas las mamás hacen esto, pero es la forma de hacerlo lo que me sorprendió: eran gestos de maternidad y de paternidad de un pueblo que sabe sufrir, que es capaz de volver a levantarse y de seguir adelante”.

La pobreza en Manila y Colombo
“Los pobres son las víctimas de esta cultura del descarte”, dijo el papa Francisco al referirse a la pobreza material que abunda en Sri Lanka y en Filipinas. Enseguida citó una anécdota que lo retrotrajo a sus tiempos de arzobispo de Buenos Aires: “En mi diócesis hay una zona llamada Puerto Madero, e inmediatamente después comienzan las villas miseria. En la primera parte hay 26 restaurantes de lujo, pero de la otra parte hay hambre. ¡Están una pegada a la otra! Nosotros tendemos a acostumbrarnos a esto: aquí estamos nosotros, allá están los descartados”.

“Esta es la pobreza actual –dijo Francisco- y la Iglesia debe rechazarla cada vez más. Para nosotros, los consagrados, el pecado más grave es la mundanidad. Es muy feo ver un consagrado, un hombre de Iglesia o una monja mundanos. Esta no es la vía de Jesús, la Iglesia de Jesús. Es una ONG que se llama Iglesia, es otra cosa. La Iglesia es Cristo muerto y resucitado por nuestra salvación, y el testimonio de los cristianos que siguen a Cristo”.

“A veces –añadió- nosotros los sacerdotes, o incluso los laicos, nos escandalizamos porque es difícil la vía de Jesús. Es cierto, la Iglesia debe despojarse. Usted [n. de r.: recordando otra pregunta] me hizo pensar que también este descarte puede ser terrorismo de Estado”.

Francisco también citó un ejemplo ocurrido en Roma: “Un vagabundo tenía dolor de estómago y cuando iba al hospital le daban una aspirina. Él fue a ver a un sacerdote, que lo vio, se conmovió y dijo: «Yo te llevo al hospital, pero cuando yo empiece a explicar lo que tienes, haz como que te desmayas». Y así, se cayó, como un artista, y lo hizo bien… descubrieron que tenía una peritonitis. Si iba solo, lo iban a descartar y se iba a morir. Ese párroco era listo y lo ayudó bien, porque estaba lejos de la mundanidad”. Y volviendo al centro de la reflexión, agregó: “¿Se puede pensar que esto es un terrorismo? Se puede pensar…”.

La «colonización ideológica» de la familia
El Santo Padre, frente a una consulta, volvió a reflexionar sobre el término que utilizó durante el encuentro con las familias, en el segundo día de su estadía en Manila. Para explicarlo citó una situación vivida en Buenos Aires, cuando era obispo auxiliar y vicario de la Zona Flores.

“Hace veinte años –contó el Papa-, en 1995, una ministra de Educación había pedido un préstamo fuerte para construir escuelas para los pobres. Le concedieron el préstamo bajo la condición de que en las escuelas hubiera un buen libro para los niños de cierto nivel. Un libro escolar, preparado bien, didácticamente, en el que se enseñaba la teoría de género. Esta mujer necesitaba el dinero y esa era la condición… Ella, lista, dijo que sí, y mandó hacer otro libro, pero con una orientación teórica diferente, y los dos textos fueron distribuidos juntos. Esta es la colonización ideológica: entran a un pueblo sin tener nada que ver con ese pueblo, o solo con grupos de ese pueblo, pero no con el pueblo, y lo colonizan con una idea que quiere cambiar una mentalidad o una estructura”.

“Durante el Sínodo, los obispos africanos se quejaban de que ciertos préstamos son concedidos bajo ciertas condiciones. Se aprovechan de las necesidades de un pueblo como oportunidad para entrar y hacerse fuertes con los niños. Pero no es ninguna novedad. Lo mismo hicieron las dictaduras del siglo pasado, entraron con sus doctrinas: piensen en la juventud hitleriana… El pueblo no debe perder su libertad, cada pueblo tiene su cultura, su historia. Cuando los imperios colonizadores imponen ideas, tratan de hacer que los pueblos pierdan su identidad. Cada pueblo debe conservar la propia identidad sin ser colonizado ideológicamente. Hay un libro, escrito en Londres en 1903, que se llama El dueño del mundo, cuyo autor es Benson. Se los aconsejo, léanlo y entenderán bien lo que quiero decir”.

Apertura a la vida
En otro tramo de la conferencia, Francisco se refirió a la apertura a la vida, que definió como “condición” para el sacramento del matrimonio. Consultado sobre el uso de anticonceptivos, defendió la doctrina de la Iglesia expresada por el beato Pablo VI en la encíclica Humanae Vitae, y consideró que el rechazo a los métodos de anticoncepción no se relacionaba solo con casos personales, sino también con un ‘neomaltusianismo’ que el papa Montini había advertido en las potencias occidentales con el fin de controlar los nacimientos en los países subdesarrollados.

El obispo de Roma se mostró preocupado por la baja tasa de nacimientos que hay, por ejemplo, en Italia o España, pero recordó que una familia cristiana no debe ser, necesariamente, numerosa. Al respecto dijo: “Una vez regañé a una mujer que se encontraba en el octavo embarazo y había tenido siete cesáreas: ‘¿Quiere dejar huérfanos a sus hijos? No hay que tentar a Dios…’ Pero, quería decir que Pablo VI era un profeta”.

Sobre la anticoncepción, el pontífice dijo: “Yo creo que el número de tres hijos por familia, según lo que dicen los técnicos, es el número importante para mantener a la población. La palabra clave para responder es la paternidad responsable, y cada persona, en el diálogo con su pastor, busca cómo llevar a cabo esa paternidad… Perdonen, pero hay algunos que creen que para ser buenos católicos debemos ser como conejos. Paternidad responsable: por esto en la Iglesia hay grupos matrimoniales, expertos en estas cuestiones y pastores. Yo conozco muchas vías lícitas, que han ayudado en esto”.

Refiriéndose a la gente pobre, el Papa agregó: “Para la gente más pobre, el hijo es un tesoro; es cierto que hay que ser prudentes, pero el hijo es un tesoro. Paternidad responsable, pero también considerar la generosidad de ese papá o de esa mamá que ve en el hijo o en la hija un tesoro”.

Libertad de expresión
Los periodistas volvieron a preguntar al Papa sobre su pensamiento respecto a los ataques terroristas fundamentados en creencias religiosas, especialmente sobre las expresiones que utilizó en el vuelo papal de Colombo a Manila, cuando dijo que la libertad de expresión tiene límites, y que alguien que ofende puede esperarse una reacción de la otra parte. El Santo Padre aclaró que de ningún modo justifica la violencia.

“En teoría, podemos decir que una reacción violenta frente a una ofensa, a una provocación, no se debe hacer, no es buena. Podemos hacer lo que el evangelio dice, es decir, poner la otra mejilla. En teoría, podemos decir que nosotros comprendemos la libertad de expresión. En teoría estamos de acuerdo. Pero somos humanos y existe la prudencia, que es una virtud humana de la convivencia humana”, expresó.

“Yo no puedo provocar, insultar a una persona constantemente, porque corro el riesgo de hacerla enojar, corro el riesgo de recibir una reacción injusta. Pero es humano. Digo que la libertad de expresión debe tomar en cuenta la realidad humana, y por esto debe ser prudente; una forma de decir que debe de ser educada. La prudencia es la virtud humana que regula nuestras relaciones. Una reacción violenta es mala siempre. Pero detengámonos un poco, porque somos humanos, corremos el riesgo de provocar a los demás. Por esto, la libertad debe ir acompañada por la prudencia”, concluyó.

Próximos destinos: África, América Latina y los Estados Unidos
El Papa se refirió a los próximos viajes que tiene en mente. Adelantó su intención de visitar la República Centroafricana y Uganda a fines de este año y reconoció la importancia de prevenir el contagio del virus ébola.

Francisco también anunció las tres ciudades que visitará durante su viaje apostólico a los Estados Unidos, en el marco del Encuentro Mundial de las Familias. Anunció que estará en Filadelfia, la ciudad anfitriona del mencionado encuentro; Nueva York, donde prevé visitar la sede de las Naciones Unidas, y Washington, donde seguramente se entrevistará con el presidente Barack Obama.

Los países latinoamericanos previstos para este año son Paraguay, Bolivia y Ecuador. Francisco también adelantó que en 2016, si Dios quiere, visitará Argentina, Chile y Uruguay.

La corrupción política y eclesial
“La corrupción hoy en el mundo está a la orden del día, y la actitud corrupta anida fácilmente en las instituciones, porque una institución tiene muchos roles, jefes y vicejefes… la corrupción es robar al pueblo. La persona corrupta que hace negocios corruptos o gobierna corruptamente o que va a asociarse con otros para hacer un negocio corrupto, roba al pueblo. Las víctimas son los que viven en la pobreza”, dijo el Papa.

“La corrupción no está encerrada en sí misma: va y mata. Hoy la corrupción es un problema mundial. En 2001 le pregunté al jefe del gabinete del presidente de ese momento: ‘Dígame, de la ayuda que ustedes envían al interior del país, ¿cuánta llega a su destino?’. Inmediatamente este hombre, que era limpio, me dijo: ‘El 35 por ciento’. Era 2001, en mi patria”, recordó el Santo Padre.

Francisco también se refirió a la corrupción que acontece en la Iglesia. Lo hizo considerando a todos los bautizados, tanto consagrados como laicos. Al respecto, señaló: “Cuando hablamos de corrupción, hablamos de personas corruptas o de instituciones de la Iglesia que caen en la corrupción. Y hay casos, sí. Recuerdo una vez, en 1994, apenas nombrado obispo en Flores, vinieron a verme dos funcionarios de un ministerio. Y me dijeron: ‘Usted tiene muchas necesidades con estos pobres, y nosotros podemos ayudar; si quiere, le podemos dar 400.000 pesos’. Yo los escuchaba, porque cuando la oferta es tan grande hasta al santo tienta”.

“Y luego me dijeron: ‘Para hacer esta donación, nosotros hacemos el depósito y luego usted nos da la mitad del dinero a nosotros’. En ese momento yo pensé qué hacer: o los insulto o les doy una patada en donde no pega el sol, o me hago el tonto. Me hice el tonto. Les respondí: ‘Pero, ¿saben que nosotros en el vicariato no tenemos cuenta? Tiene usted que depositarlo en la cuenta del arzobispado, con el recibo’. Y se fueron. Pensé: ‘Si estos dos aterrizaron directamente sin pedir pista (y este es un mal pensamiento) es porque algún otro había dicho que sí’. Recordemos esto: ¡pecadores sí, corruptos nunca!”, dijo el Papa, y aconsejó “pedir perdón por esos católicos, esos cristianos que escandalizan por sus corruptelas”.

“Pero hay muchos santos y santos pecadores, no corruptos. Veamos a la Iglesia santa”, agregó.

Hacia el final de la conferencia, Francisco consideró que las mujeres deben ser “más consideradas en la Iglesia”, y no solo con nombramientos en funciones. Propuso que esto se realice escuchándolas y sabiendo cómo sienten y ven la realidad, ya que “ven desde una riqueza diferente, más grande”.+