02 de diciembre. Santa Bibiana | San Cromacio | San Habacuc
 
Santoral. 2 de diciembre.
Santa Bibiana, virgen y mártir.
Era hija de Flaviano, prefecto de Roma y Drafosa, nobles romanos, que padecieron martirio en tiempos de Juliano el Apóstata. Por orden del emperador, le confiscaron todos sus bienes y la encerraron junto con su hermana Flavia, por no querer renunciar a su fe cristiana y a su castidad. No pudiendo vencer la fortaleza de Bibiana, a pesar de la intervención de una mujer perversa llamada Rufina, el gobernador romano ordenó azotarla hasta morir. Era el año 363. Sobre su tumba el papa San Simplicio erigió la basílica de Santa Bibiana en el monte Esquilino.

San Cromacio, obispo.
Nació en Aquileya, Italia, en el siglo IV. Siendo aún sacerdote tomó parte del sínodo de Aquileya contra el arrianismo. Debido a su reputación, a la muerte de San Valeriano fue elegido obispo de esta misma ciudad y llegó a ser uno de los prelados más importantes de su tiempo. Fue gran amigo de San Jerónimo, traductor de la Biblia; del gran obispo de Milán, San Ambrosio, y de San Juan Crisóstomo, a quien defendió con gran ardor ante el emperador Honorio. San Cromacio murió el año 407.

San Habacuc, profeta.
Vivió en el siglo VII A.C. Habacuc, uno de los doce profetas menores, pertenecía a la tribu de Simeón y, según la tradición, habría sido el hijo de la sunamita resucitado por Eliseo. Su actividad profética se habría realizado hacia el 599 y 598 antes de Cristo, en los últimos años del reino de Judá. Denunció las injusticias y crueldades de los conquistadores babilónicos contra Jerusalén. El libro de Habacuc fue usado por la secta de los Esenios y por San Pablo. Sus restos fueron encontrados por el obispo Severo de Eleuterópolis, el 15 de enero del año 395. Por eso la Iglesia lo recordaba anteriormente en esa fecha.