31 de agosto. San Ramón Nonato | San Arístides | San José de Arimatea
Santoral. 31 de agosto.
San Ramón Nonato.
Uno de los más preclaros santos de la Orden de la Merced, que dedicó su vida a redimir cautivos cristianos en poder de los moros. Fue extraído del vientre de su madre difunta, de donde el sobrenombre de "Nonato". Estando en África en misión de rescate de cautivos, fue encarcelado y se le colocó un candado en los labios para que no pudiese predicar. Al ser liberado el papa Gregorio IX lo hizo cardenal y lo llamó a Roma. Por su milagroso nacimiento, San Ramón Nonato es el protector de las madres que están por dar a luz.
San Arístides.
Filósofo y apologista cristiano del siglo II, que dirigió al emperador Adriano un elocuente discurso para probarle la divinidad de Jesucristo. Murió en Atenas, a fines del siglo II.
San José de Arimatea.
Fuera de lo que dicen los evangelios, nada más se sabe sobre él. Fue discípulo de Jesús, pero en secreto, por temor a los judíos. Los evangelios dicen que "era consejero, un hombre justo y bueno", que no tomó parte en el Sanedrín en contra de Jesús, y que "buscaba el reino de Dios". Al morir el Señor, "fue sin temor a Pilatos a rogarle la entrega del cuerpo de Jesús". Al serle concedido, amortajó el cuerpo y lo depositó en un sepulcro excavado en la roca, en el que "nunca había sido sepultado nadie".