Tercer Papa de la Iglesia. Nacido en el siglo I en Roma, fue convertido por San Pedro y sucedió a San Lino en la sede pontificia. Se ignora la fecha de su muerte aunque el Anuario Pontificio consigna que gobernó la Iglesia del año 76 al 88. Desde muy antiguo se lo considera mártir, pero de ello no hay certeza.

Nació en Celles, Francia, cuando la región era aún pagana. Ricario tenía cierto poder y predicamento sobre la población. Un día protegió a dos sacerdotes irlandeses que habían desembarcado en la costa y querían cruzar por la región. Para mostrarle gratitud los sacerdotes instruyeron y bautizaron a Ricario, quien al tiempo recibió las órdenes sagradas y comenzó a predicar la fe cristiana con gran éxito. Construyó una abadía en Celles de la que fue abad. Murió el año 645.

A poco de nacer fue abandonado a las puertas del convento de las religiosas de Nuestra Señora de Soissons, las que lo adoptaron, lo criaron y lo educaron. Ingresó en la abadía de Corbie donde pro-fesó como religioso, pero nunca se consideró digno de ser sacerdote. No obstante fue elegido abad, cargo en el que permaneció siete años. Se retiró a la abadía de Saint Riquier donde se dedicó a escribir. Escritor fecundo, entre sus obras se cuenta la famosa “El Cuerpo y la Sangre de Cristo”, un tratado sobre la Eucaristía. Los últimos años los pasó en Corbie donde falleció el año 865